Al amigo enfermo. 2023

Al amigo enfermo.

Sentado en la cama, agotado y cansino,
sus ojos hundidos, se fijan en mí,
“ya ves, buen amigo, lo poco que somos.”
Su débil mirada, parece decir.

Y yo que le quiero, porque es mi amigo,
mirando a la puerta rebusco un pretexto,
pues quiero marcharme, necesito huir.
No acepto esta imagen ¡no puedo aceptarla!

¡Mi amigo querido, mi amigo del alma!
siempre tan alegre, tan fuerte y lozano.
¿Por qué está marcado? ¿Por qué ha de morir?
surgen los recuerdos, surgen las vivencias.

La escuela, la calle, las fiestas, los bailes,
su primera novia, su temprano amor,
su primer trabajo, el día que se casa,
su primer retoño ¡un hijo, Señor.

Y yo, ya en la calle, ando anonadada,
no acierto a explicarme, no sé qué pensar,
¡que no me pregunten, que nada me digan!
¡que me dejen sola rumiar mi pesar!

Yo sé que muy pronto perderé al amigo,
y cuándo vaya a verle, después de morir
“ya ves, buen amigo, lo poco que somos”
Su mirada muerta, me querrá decir.

Que la amistad es grande, y fue una suerte,
la vida y el tiempo poder compartir.
¡No acepto la muerte! no puedo aceptar,
Me arranca un amigo, con quien compartí.

Las cosas pequeñas, que son en la vida
las más importantes para sobrevivir.

No acepto la marcha en una edad temprana
temiendo tantas cosas por las cual vivir,
no acepto la pena, el dolor de perder
a quien quieres, el aceptar ese partir.

Adiós buen amigo espérame, que un día
en algún lugar volvamos a encontrarnos,
Y podamos compartir con gran alegría
y retornaremos esta amistad, sin fin.

De Francis Falcón…-