Te extraño si no te tengo

Te extraño si no te tengo

Te añoro cuándo te marchas.
con ese paso sereno,
sin tener la ruta clara.
Te necesito cuándo te ausentas,
me haces feliz cuándo me hablas,

Cuando susurras muy bajito,
esas palabras a medias,
cuando tú carácter torco,
en tener razón se empeña.

Me haces feliz cuándo sonríes,
y te imagino cuándo sueñas,
con ese gesto tuyo,
ese, cuándo desconcertado
y en silencio te encuentras.

Y añoro tus ojos nobles,
con esa mirada sincera,
con ese mirar tranquilo,
con esa mirada profunda.

Que en el alma sola y
muy aprisa se adentra,
y a veces cuando estoy sola
me desconcierto cuándo te enojas.

No entiendo cuándo te enfadas,
cuando ese niño grandote
y se le enfurece el alma.
Y te necesito tanto
cuando en silencio me miras,
desviando la mirada,

Cuando hablas y me dices
muy bajito que te callas.
Cuando tus gestos dicen,
más que las palabras.

Cuando me dices que yo,
estoy equivocada,
y me cuentas no sé qué cosas,
pero yo no escucho nada.

Y te miro sin que lo sepas,
te observo sin tú saberlo,
y a veces sin que precise decirte,
lo que quizás. ni yo entiendo.

Sé que te necesito y de veras
muy de veras que no comprendo,
pero esto solo es cosa,
de este destino incierto.

Dónde el todo es la nada,
y la nada todo es aún tiempo,
dónde callada queda el alma,
que no espera hacer ciertos

Los deseos que se plasman,
de los sueños sin sendero,
de las promesas que nunca,
ni aun broma se dijeron.

De las palabras a medias,
que los deseos confundieron.
Pero de veras te extraño,
de una forma que no entiendo.

De la manera más simple
y del modo más complejo.
entre la risa y el llanto,
en los buenos y malos tiempos.

En los segundo que me callo,
en los instantes de silencio,
Pero no te me hagas un templo.

Y No te me sientas un Dios,
que yo no deseo un santo,
ni un hombre de carne y hueso.

Qué solo busco en los sueños,
lo que el día no encuentro,
y este sentir callado.

yo llevo anclado en el pecho,
con un letrero gravado,
con nombre y apellido cierto.

Pero hay esta lapidado.
entre la letra y el verso,
en el poema olvidado,
de los paneles del tiempo.

Pero te añoro. Sabes.
de un modo que ni yo entiendo.
Te preciso. Sin pretenderlo,
y no deseo cambiar eso.

Este sentir ya está hecho,
aunque nunca te lo diga,
aunque nunca logres saberlo,
vives en mi presente.

Porqué yo decidí hacerlo
con verdad o sin verdad,
no hay más razón en esto,
te extraño si no te tengo.
Y si no estás. Yo te invento.

Francis Falcón...