CON TODO SE PUEDE

CON TODO SE PUEDE

Una mañana me levante preguntándome, cuánto podía un ser humano soportar en la vida si venían adversidades. Si el mundo se nos ponía en contra, cuanto podíamos superar, yo no conocía esa faceta de la vida, llamada sufrir por impotencia.

Para mi era todo un interrogante, la vida siempre me había dado de todo y nunca tuve que conocer esas terribles calamidades, en mi familia siempre hubo alimentos, una buena y acogedora casa y sobre todo amor, mucho trabajo y esfuerzo, apenas disponíamos de descanso, pero era una vida hermosa rodeados de familia.

Con mis dudas y recelos me encamine hacia el trabajo y ya transitando por la gran avenida repleta de lujos y gente importante llamada pudiente, pude ver como muy cercanos, casi lindando con los mejores edificios, casi juntos en las callejuelas colindantes vivían tantas personas sin techo, personas que no tenían alimentos para comer, ni ropa para ponerse, ni una casa donde refugiarse del frio, o el calor, y mucho menos un lugar donde asearse, su vida era refugiarse con miedo en algún portal, escondida para que no le atacaran, o no le expulsaran del lugar.

Sentí una extraña sensación, mi cuerpo se estremeció al poder sentir sus miradas que parecían querer atravesar mi propio interior reclamando algo, un algo que yo tenia muy sobrante equilibrio de vida, me sentí pequeña, indefensa y como no podía ser de otra manera, injusta muy injusta porque yo podía disfrutar de todo en la vida y ellos no tenían nada.

Quise gritar al mundo que la vida era cruel que esas personas no podrían soportar mucho tiempo aquella situación, niños solos, familias completas, ancianos, todos en sus rostros mostraban la huella de su situación.

En vez de encaminarme al trabajo me fui a la iglesia, me senté en un banco y con el alma rota le pedí a mi Dios por todos ellos, le pedí que les ayudara, que aquello no era vivir, estaba tan sumida en mi petición que no me di cuenta que se acercaba el sacerdote, y al verme tan afligida me pregunto ¿que me pasaba?

No tenía respuesta, en verdad a mi no me pasaba nada, y con la voz temblorosa le dije padre, hoy e visto un mundo cruel, he sentido sus penas y sufrido por segundos sus tristezas y penalidades, ¿porque Dios permite esas cosas?.  

Porque esas personas tienen que vivir de esa forma, porque nadie les da un refugio
Y el me respondió, con una mueca triste, la vida es incompresible, no podemos entender todo, Dios tendrá razones para lo que hace, aun que no las entendamos.

No si enojada u ofendida le respondí, uste cree, si Dios nos enseñó a vivir como hermanos, a respetarnos los unos con los otros, porque los que pregonan la palabra de Dios no hacen algo por ellos, y el sacerdote me dijo.  

Nosotros no podemos cambiar el mundo solo somos personas que cumplimos con nuestros superiores, y entonces ya más confusa que enojada le pregunte ¡como!, acaso hay alguien en el mundo superior a Dios, y Dios no dijo amaros los unos a los otros como yo os he amado, el solo me dijo, es complejo no sabría explicarte todo bien para que lo comprendieras.

Y entonces ya sintiendo que todo estaba quebrado que el mundo era una mentira que los mandatarios eran crueles y despiadados en todas sus jerarquías. Le dije a sacerdote con voz quebrada pero por tristeza, como si le estuviera implorando.

Padre porque no deja abiertas las puertas de la iglesia que se refugien del frio que se les haga más llevadera la noche. Y el cura me respondió no puedo se llenaría y luego nadie querría entrar en la iglesia. En sus palabras había dolor, en mi mirada rabia, impotencia
Y sin saber que decirle más empecé a caminar acelerando el paso, mientras el me decía, no te enojes conmigo no puedo hacerlo, te conozco y sufrirás por esto. Tu no puedes cambiar el mundo, aunque lo quieras hacer.

Durante largo tiempo estuve reclamando ayuda en muchas puertas, pero solo recibía escasas ayudas, aportaciones para limpiar conciencias, a pocas personas les importaba esa otra parte del mundo. Esos olvidados llamados indigentes.

Pobre ingenua de mí que pensé que podría hacer mucho mas de lo que hice, logre grandes cosas dicen algunos, pero apenas logre nada, yo como todos también observo y callo, porque aunque reclame al mundo por todos y cada uno de ellos, y logre cosas.

Cada día hay más, en todas las naciones aumenta la pobreza una pobreza que el mundo le da la espalda mirando hacia otro lado, una pobreza que es injusta y yo le diría inadmisible, no podemos mirar hacia otro lado, actuando como si todos tuviéramos vida. Mientras ellos sufren u padecen las tragedias de tener que sobrevivir cada nuevo día.

Y hoy se bien que todo se puede, porque si ellos pueden malvivir con ese sobrevivir constante entre el miedo, el frio y hambre, TODO SE PUEDE, porque estamos aprendiendo incondicionadamente, a vivir sin conciencia, nos estamos olvidando que somos hermanos y debemos vivir compartiendo el amor a la humanidad.
Francis Falcón..