La hacienda --DOS FRENTES

La hacienda --DOS FRENTES

En una hermosa hacienda vivía un hombre noble que tenía varios hijos y todos de gente y nombre, cada uno de ellos dejaba lo que sentía y en la hacienda con esmero todas las siembras crecían. Era la envidia de muchos se decían más de cuatro, pero el hombre presumía de su hacienda y lo logrado, pero una mañana fría aquella hacienda llego, la idea de hacer la vida, separándola sin razón.

Cada cuál por su camino, se dijeron los hermanos, y dos frentes se abrieron, y ni tan siquiera una razón dialogó, nadie supo de la historia, nadie supo que paso, pero se abrieron dos frentes, y la hacienda se dividió, ya no prosperan los frutos, ni se escuchan a los lejos los bellos cantos, ya no juegan los niños, hasta el aire se va enfrentando, y entre pavesas que vuelan, y sueños ya disipados, se ve el ayer lejano de aquellos tiempos logrados.

Y en una tarde de frio, mirando lo ya logrado, y le dice con ternura a todos su otros hermanos el más pequeño de ellos, con los ojos encharcados, y que tal si decidimos dejar todo y nosotros retirarnos, si la hacienda tiene dueño, nosotros de más estamos.
Todos le miran confusos, palabras que van ahogando, pero recogen sus cosas, y sin decir cómo ni cuándo, dejan atrás la hacienda en la que tanto habían labrado, y dejan con sus cosechas los logros ya presentados, poco cuesta levantar aquello ya levantado, y cuándo cuesta dar vida aquello que esta apagado, pero ahora miran de lejos, lo mucho que le entregaron.

Por qué no hay hacienda que pueda vivir enfrentándose a dos amos, que el patrón manda o manda, y si no manda está sobrando. Que, en los barcos sin timón, no hay capitán al mando. Y que triste y bella hacienda ahora en lejanas manos se dicen con gran ternura los que tanto le entregaron, que las cosas que se hacen sin comunicar ni consultarlo, dejan clara la puerta, de cómo y quién va manejar el barco, y dónde hay un patrón sobra el grumete invitado.

Y mientras miran la hacienda con tanto y tanto labrado y se dicen para sus adentro, fueron tiempos bellos y gratos, nos queda la satisfacción de todo los ya logrado.
Pensemos en la hacienda de padre, para que siga siendo grande, nosotros nos retiramos, y con escaso equipaje sin decir cómo ni cuándo, se queda sola la hacienda.
Mientras se van caminando aquellos que con constancia tanto por ella lucharon.

Y UN GRITO BROTA DEL ALMA, EN VOZ AHOGADA EN RECLAMO.

Porqué nunca puede haber dos frentes, sin consultar ni dialogo, dos ideas, dos razones,
Dos vientos se están cruzando, eso es un enfrentamiento, y eso siempre hace daño.
No hay hacienda que vida manejada por dos vientos enfrentados.
Y con su poco equipaje. Solo sueños de un pasado. Y hoy se alejan tranquilos, dejando tras de sus pasos, los frutos de sus cosechas, para los nuevos sembrados.

Y sola queda la hacienda, de nuevo a Dios suspirando, y sola queda ante el viento de nuevos aires llegados…. Y aquellos que un día partieron
Y hoy los mira de lejos los que atrás dejaron tras de sus pasos.
Y hoy contemplan de nuevo, la siembra de tantos frutos sembrados…
¡! Pero ya la hacienda regresa, a tener un solo viento soplando ¡!…

PD: Siempre lucha por lo que te importa defendiendo tus ideales.
La vida es una noria constante, y cada día nos enseña una nueva puerta.
Y como decía mi abuela, nunca te aferres a un barco con dos vientos deja el timón y salva el barco.

Que todo barco tiene vida y toda vida tiene razón de existir, aunque no la puedas ver,
siempre lucha por Lo que importa aun sea con un retroceso, porqué retroceder también es vida y a su vez demostrar el aprecio por algo que te importa.
Y cuánto te importa sin cuestionarte más nada, que su equilibrio y seguridad.

Francis Falcón. Día 10 – 11- 2014—